Morelia, Michoacán a 18 de febrero del 2022.,- Con la destitución del secretario de Administración y Finanzas del Congreso del estado, Mario Alberto Villegas Alfaro, los presidentes tanto de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), como de la mesa directiva, Fidel Calderón Torreblanca y Adriana Hernández Iñiguez, respectivamente, pretenden eludir sus responsabilidades respecto al manejo irregular del conflicto con los ex trabajadores de la legislatura pasada y de las confrontaciones internas.
Los ex trabajadores del Congreso del Estado, expusieron que la confrontación interna en la LXXV Legislatura, hizo crisis la semana pasada cuando el primero de ellos (Fidel Calderón) acusó a la segunda (Adriana Hernández) de entorpecer “los procedimientos legislativos” y el coordinador del partido Verde, Ernesto Núñez Aguilar, advirtió “en la cámara de diputados no podemos tolerar ineficiencias”.
Para los denunciantes, ex trabajadores del Congreso del Estado en la pasada Legislatura, la conducción de la actual LXXV Legislatura comienza sus desatinos con la falta de respeto al carácter institucional del Congreso en el que la continuidad, requisito indispensable para garantizar que los acuerdos se cumplan más allá del relevo trianual, norme el criterio de un organismo representativo de la voluntad popular que debe estar por encima de los intereses personales.
Por ello, al desechar la resolución oficial y el compromiso asumido en julio del año pasado por los diputados salientes de pagar a sus colaboradores un bono de dos meses de salario, la LXXV Legislatura violentó la institucionalidad del organismo.
Después, eludir la responsabilidad que el compromiso de pagar los finiquitos entraña y en un acto doloso y atentatorio de los derechos elementales en materia laboral, hicieron desparecer los convenios que prueban el acuerdo de la Legislatura anterior y para colmo, negaron públicamente sobre la existencia de dicho acuerdo oficial.
Todos estos actos, que en una sociedad de leyes deberían ser punibles, prueban que la soberbia y la prepotencia siguen siendo distintivos de una “clase política” que de “política” no tiene nada, reprueban los ex trabajadores del Congreso del Estado.
Asimismo, exhibieron que el reparto de las posiciones o plazas laborales que corresponden al área administrativa del Congreso, todos los funcionarios de alto nivel representan o rinden cuentas a alguna de sus fracciones partidarias y por eso, en las recientes confrontaciones, “el hilo se rompió por lo más delgado” y quien pagó los platos rotos fue el Secretario de Finanzas, Mario Villegas Alfaro, a quien utilizaron como “chivo expiatorio” de los yerros de los “jefes”.
Las recientes confrontaciones surgidas apenas a cinco meses de asumir sus encargos como representantes populares, las diferentes fracciones legislativas están obligadas a asumir su responsabilidad y resolver la gravedad de la situación, porque no hacer los ajustes necesarios, preludian un escenario de conflictos que van a hacer que la cámara local de diputados sea todavía más inútil.
Los ex empleados de la legislatura pasada que no han cobrado los finiquitos porque la Secretaría de Finanzas, por órdenes obviamente de los directivos del Congreso del Estado, solo está pagando un tercio de lo que consigna el convenio y lo que establece la ley, exigen respeto a sus derechos salariales e indemnización y se les pague conforme al acuerdo de la legislatura LXXIV, acotaron.
